El uso de la electroquímica en el control de infecciones en la industria porcina no es nuevo. Se ha practicado en las antiguas repúblicas de la URSS por los institutos gubernamentales responsables de la cría de cerdos y la producción de carne. Solo ahora en Occidente con el desarrollo de dispositivos ECA (activación electroquímica del agua)se pueden introducir los mismos protocolos.
Las presiones sobre la industria para que reconsidere la forma en que maneja el bienestar animal, así como para eliminar los antibióticos de los alimentos, ha llevado a un renovado interés en la tecnología ECA.
Los estudios de control de infecciones del entorno de vida de los cerdos indican que el saneamiento adecuado entre y durante los ciclos de vida sigue siendo la clave principal para abordar los problemas de enfermedades recurrentes. Los estudios indican que los edificios pueden ser propensos a "transmitir" enfermedades debido a una variedad de factores a veces insondables. Los regímenes de limpieza y el diseño de los edificios son los principales factores que gobiernan la incidencia de recurrencia grave de la enfermedad. Las directivas de biocidas de la UE presionan a los productores para que eliminen las tecnologías 'sucias' para desinfectar los entornos de vida.
Las preocupaciones de salud y seguridad de los trabajadores de la industria porcina son, por supuesto, primordiales y esto puede conducir a mayores tiempos de inactividad, causados por seguir las prácticas de seguridad obligatorias esenciales. En una industria donde un centavo ahorrado en un lechón tiene un gran impacto en el resultado final, los procedimientos y protocolos para eliminar enfermedades y aumentar la productividad son dignos de consideración.
Factores como la higiene, la calidad y el precio son fundamentales para una industria altamente competitiva y regulada por organismos de normalización alimentaria.
Los productores de cerdos buscan constantemente formas de mejorar el rendimiento. Los factores que gobiernan este objetivo se describen a continuación.